A falta de unas horas para terminar el 2013, toca hacer balance....
No deja muy buen sabor de boca, un año que empezaba lleno de alegría, pero que poco a poco se ha ido llevando sonrisas una detrás de otra.
Y con la sensación de cansancio que ahora tengo, echo la vista atrás, pero poco porque duele. La primera en irse fue mi niña, no resistió, y en cuestión de horas nos vimos con las manos vacías a la puerta del hospital en el que tantas veces la vimos recuperarse, pero esta vez ya no estaba. Ahí comenzó esa sensación de dolor tan profundo que me acompaña desde entonces.
Poco a poco se han ido yendo seres queridos, y sucediendose cosas que no ayudan mucho a levantar cabeza, pero hay que hacerlo ellos, mis niños se lo merecen.
Mañana nos comeremos las uvas, con la esperanza de que el año que va a empezar sea mejor que el que termina, pero sin ti.
Dicen que nadie muere del todo si le siguen recordando, por lo que estoy segura que tu mañana en alguna parte no muy lejana, te estarás comiendo las uvas muy cerquita nuestro, con tu traje de nochevieja.
La obra tiene que continuar como dicen por ahí....
Así que queramos o no, termina un año agotador emocionalmente, muy doloroso, y deja paso a un año lleno de esperanzas. FELIZ 2014!!
